La Munia desde Petramula.
Empezamos bien, Emilio constipado, con el libro de Punset en la mochila y la idea de que no va a hacer cima. Ana, si.
Bueno, habíamos dormido en Pineta, chiuuuuuuu y con nuestro RAV4 nos dirigimos por pista hacía Petramula. Llevamos cuerda para ayudarnos en los pasos más complicados. Y a subir se ha dicho.
Atravesamos varias veces el río que se ha formado en el barranco y, sube que te sube, sin prisas, los cuatro juntos. Hoy no vemos marmotas, aunque si que las escuchamos. Las vistas de las paredes de Pineta son un regalo para los ojos y la mente.
Los Astazú “impresionantes”, no queremos perdernos ninguna cima y miramos una y otra vez el mapa para situarnos y que nos aprendernos el nombre de cada montaña que nos rodea.
La primera que vemos es el Robiñera, que no hay manera de que se nos quede el dichoso nombrecito, a nuestra derecha.
Almorzamos antes de llegar al primer lago, en el Collado de las Puertas, nos encontramos los cuatro pletóricos y la cámara de fotos va a toda caña.
Llegamos a los Lagos de La Munia o de Lalarri al fondo hay una montaña de color blanco, ¡¡vamos parece albina!! Todas son entre pizarra y hierro.
Y dentro del lago hay moles desprendidas de la pared del Robiñera. Por el margen derecho bordeamos el “gran espejo” y subimos a una pala de nieve que pasamos sin dificultad, llegando al collado de la Munia donde empieza la cosa a estar “interesante” casco, mochilas escondidas, bueno la de Ana, Emilio, Nuria. Paco lleva la suya con la cuerda.
Y a cuatro patas. El “mocoso” sigue, no quiere leer y el entorno le tiene hipnotizado.
Nos encontramos ante la primera piedra lisa de la cual cuelga una soga, y montamos un arnés con la cinta para ayudarnos a subir, pues Paco considera poner la cuerda alrededor de una mole. Parece que llegamos a la cima, y no, hemos llegado al “paso del gato” donde se vuelve a montar la cuerda para dar seguridad al resto.
Que maravilla, hemos llegado juntos. Ana, Emilio, Paco y Nuria. La foto de rigor.
Vemos el Valle de Pineta, Ordesa, el Vignemale, Robiñera,.... aunque a estas horas ya han entrado las nubes. A la derecha Francia, a la izquierda España.
El retorno se lleva mejor, las nubes desde Francia nos invaden y nos crean un ambiente muy especial.
¡ESTAMOS POR ENCIMA DE LAS NUBES!
En la bajada decidimos comer en el collado de La Munia, al lado de un nevero donde ponemos a refrescar las cervezas y los pies.
Retornamos hacia el coche y disfrutamos de las flores.
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Salud y montaña
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